lunes, 13 de enero de 2014

Mitos y realidades del perfeccionismo.





Existen una serie de mitos que mantienen el perfeccionismo.

Mito:
Pensar que si dejamos de buscar la perfección, automáticamente caemos en la desidia y la irresponsabilidad.

Realidad:
Esta forma de pensar es extremista, porque sólo ve dos posibilidades:
Perfección o irresponsabilidad.

Entre ambos extremos, existen muchos puntos intermedios.
Es importante trabajar para lograr nuestras metas y hacerlo buscando buenos resultados, esforzándonos y buscando mejorar, pero sin caer en el extremo y sin considerar que mi valor como persona depende del éxito o fracaso que resulte.

Mito:
No tendría el éxito que tengo, si no me esforzara por hacer las cosas perfectamente bien.

Realidad:
Hay muchísimas personas exitosas que no son perfeccionistas.
El éxito depende del talento, las habilidades y el conocimiento.

Mito:
El perfeccionista logra todo lo que desea.

Realidad:
Muchas veces el perfeccionismo nos limita.
La necesidad de hacer todo perfectamente bien, nos quita mucho tiempo.
Además, ante la posibilidad de fracasar, la gente perfeccionista puede posponer y dejar de actuar.

Es difícil dejar de ser perfeccionista, porque:

  • Lo nuevo nos genera ansiedad y no estamos dispuestos a tolerarla o no sabemos manejarla,
  • tenemos miedo de perder el respeto y admiración de los demás,
  • está muy reforzado por la sociedad y la gente que nos rodea, ya que mucha gente lo considera, equivocadamente, la base del éxito.

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