domingo, 2 de febrero de 2014

Los hijos adultos de alcohólicos no saben cuál es el comportamiento “normal” y tienen que adivinarlo.



Crecí en un ambiente en donde un sentimiento de inseguridad me
acompañó siempre. No querer hacer frente a la realidad, fue el mayor
problema de mi hogar, afectado por el alcohol. Por ello, me es difícil
discernir con sano juicio qué me conviene. Desde niña, muchas veces he
tratado de adivinar lo que es apropiado. Como no tuve muchas referencias
sobre lo que era estar en un hogar normal, ni para saber qué estaba bien
decir o sentir, constantemente me cuestiono mis actuaciones,
sentimientos e ideas y tiendo a comportarme con extremo cuidado todo el
tiempo; me da miedo expresar lo que pienso pues temo comunicarme mal
y vivo con la sensación de estar equivocada.
 
Cuando era niña, no aprendí a resolver problemas; no aprendí cómo hacer
frente a los conflictos, ni a manejarlos y menos a resolverlos. En mi casa,
los problemas se evitaban, no se resolvían, por lo cual no aprendí a confiar
en mi sabiduría interna como guía para decidir cuál era la manera más
adecuada de comportarme, ni en la validez de mis sensaciones ni
sentimientos.

Hasta el día de hoy, cuando algo me incomoda, física o emocionalmente,
no identifico bien lo que es, y si llego a hacerlo, frecuentemente lo
desapruebo, o considero que, de alguna manera, estoy mal. Del mismo
modo, confundo la “normalidad” con la perfección, por lo que idealizo o
devalúo, admiro o desprecio, pero rara vez me ubico en lo “normal” pues
no sé bien lo qué es. Fomento fantasías acerca de mi “yo ideal” y de otras
personas “ideales” y todo esto hace que mi vida y mis relaciones sean
sumamente difíciles pues aspiro a ser “la madre perfecta”, “la amiga
perfecta”, “la profesionista perfecta”, y exijo a los demás que sean: “el
cónyuge perfecto”, “el amigo perfecto”, “las hijas perfectas” Puesto que
estas fantasías están condenadas al fracaso -porque no existen
comportamientos perfectos- paso mucho tiempo enjuiciándome a mí
misma o a los demás y me resiento porque la vida no funciona de acuerdo
con mis modelos y expectativas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario