Desprendimiento Emocional

Muchas veces nos encontramos aferrados emocionalmente a cosas negativas de alguien: esposo, hijo, parientes, etc. Podemos darnos cuenta cuando estamos pendientes de las cosas ajenas y también cuando asumimos las responsabilidades de otras personas propiciando el comportamiento irresponsable de su parte.

Una de las primeras cosas es aprender que se puede trabajar el desprendimiento emocional. ¿Cómo se hace? Darnos cuenta que la mirada que ponemos en el otro es excesiva y nos lastima.

Las personas que están atadas emocionalmente a alguien se sienten responsables por cada cosa que hagan o dejen de hacer los otros. Tratando de averiguar qué pasa, dónde están, con quien están o que están haciendo. Dejan de vivir su vida para vivir en función del otro. Este es un comportamiento enfermo o patológico.

Es fundamental entrar en el proceso de desprendimiento emocional:

Habría que tomar conciencia que estamos atados emocionalmente a alguien.

Intentar desprenderse es no entrar en el juego, no dejarse agredir ni maltratar. Desprendimiento no es falta de amor, desprendimiento es aceptar “ya no puedo con esta situación”. Cuando tomo conciencia que no puedo cambiar las cosas, intento verlas de otra manera. es el momento de trabajar con uno mismo, de tomar conciencia del problema y de buscar ayuda.

¿Estoy atado? ¿Tengo una atadura emocional? ¿Quiero seguir así? O... ¿quiero cambiar?
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