sábado, 21 de septiembre de 2013

ROLES - ¿QUE TIPO DE HIJO ERES?


Los indicadores característicos de que una familia esta funcionando bien es la coherencia, la comunicación y participación de cada uno de sus miembros en la dinámica familiar, cada quien tiene su función y los desarrolla en tiempo y formas característicos. 

Ante un desorden en el núcleo familiar cada uno de los miembros trata de reencausar sus funciones para volver al orden, como la primera característica es la falta de comunicación, cada uno realiza el esfuerzo según su entender y sentir, de manera inconsulta y en solitario. 

Los hijos de alcohólicos suelen representar diferentes roles en la dinámica familiar, es una manera de sobrellevar el malestar que implica la situación que viven. 

Ser hijo de alcohólicos no significa tener un signo distintivo, algo que a simple vista se perciba. Las personas que los rodean parecería que desconocieran cuál es la conducta esperada de un niño a cierta edad, y por lo tanto, llegan a valorizar como genialidades las conductas de los niños que resuelven situaciones no propias de su desarrollo evolutivo. Que una niña de nueve años limpie la casa, cocine y quede al cuidado de sus hermanos menores, no parece llamar la atención de nadie, pero es sabido que a los nueve años los niños deben tener menos responsabilidades y más protección de los adultos.

Según algunos autores básicamente se distinguen cuatro tipo de hijos durante al niñez; 
a) El responsable: este rol puede ser adquirido o impuesto, un niño puede tomar la iniciativa de preparar el desayuno antes de ir a la escuela para él y sus hermanos o bien ser obligado a hacerlo, ya sea porque el alcohólico este imposibilitado de hacerlo o porque el otro conyugue no se encuentre en el momento necesario. Asistir a reuniones de padres en representación de los padres o hacerse cargo de ayudar a sus hermanos en las tareas escolares, cargando con la presión de dejar de lado las propias horas necesarias de estudio y esparcimiento.
b) El adaptador: es aquel hijo que reconoce que uno de sus hermanos ha tomado el rol de responsable y representa el rol de adaptador, para él es más fácil vivir en el caos familiar, no intenta remediar ni intervenir en ninguna situación, sólo está allí. Acepta lo que ocurre, es un espectador que enfrenta lo que ocurre, cuando le toca. Sabe que las cosas ocurrirán de cualquier manera y que no podrá evitarlo. Parecería desconectado del grupo familiar, pasa desapercibido y muchas veces es visto como el hermano egoísta e irresponsable. Es aquel niño que no trasciende en los grupos, no sobresale en calificaciones pero tampoco es mal alumno, no llama la atención de nadie en su comportamiento. 

c) El conciliador: es el hijo más sensible, el más simpático, el más emotivo, el más comprometido con los acontecimientos cotidianos, podríamos decir que es el que puede ver los padeceres de los diferentes miembros de la familia y es quien de alguna manera trata de consolarlos, entenderlos, reducir las tensiones del hogar y resolver la tristeza, ira y temores que caracteriza a cada uno de los miembros de la familia. Es quien hace reír a la madre que llora, o quien ayuda al padre que se encuentra durmiendo en el piso.

d) El hijo de conducta inadecuada: es el que en realidad reacciona ante el caos de su hogar de la manera esperada, empieza a beber a corta edad, su rendimiento escolar es muy bajo o nulo, las amistades que elije son siempre de conducta problemática. Desorganizan su vida para distraer la atención hacia ellos evitando las miradas a la familia enferma. Cuando se trata de hijas de conducta inadecuada, son madres a muy corta edad o se alejan del hogar. 

Al llegar a la edad adulta todo hijo de alcohólico llega con deterioro de la salud mental, física, éstos, consecuencia de los traumas sufridos en la niñez y por la poca o tardía atención que se les da en la adultez. Es muy importante que cada uno realice un auto-examen para identificar qué tipo de hijo ha sido, lo que permitirá reconocer las áreas que han sido dañadas o reforzadas para confrontarlas.

Con ayuda se puede identificar la ira, el temor, el rencor por no haber sido protegido o alentado a enfrentarse a ciertas situaciones y más que nada a entender que no han sido responsables de situaciones que han resuelto solos por haber tenido que asumir roles que no les correspondía

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