miércoles, 22 de agosto de 2012

"Continuamos"

Desarrollo de las películas
Ambas películas cuentan la historia de Bill Wilson y su lucha para abandonar el alcoholismo. Cuando joven su talento en los negocios y en las finanzas le habían traído éxitos y un buen nivel económico, hasta que llegaron los días del derrumbe de la bolsa de Nueva York y la posterior depresión, que ocasionaron la destrucción de cuantiosas fortunas. Esta situación lo llevó a la pérdida de su floreciente nivel de vida, lo cual ayudó al empeoramiento de su adicción al alcohol, hasta límites tan graves, que obligaron a su hospitalización.
Durante su internación desesperado pidió ayuda a Dios, y tuvo como respuesta en estado de éxtasis que según él modificó su comportamiento para siempre ya que a partir de ese día nunca más volvió a beber. Al dejar el hospital recordó que su amigo Ebby se había recuperado unos meses antes, asistiendo a las reuniones del grupo Oxford, una sociedad compuesta en su mayor parte por gente no-alcohólica, pero que recalcaba la aplicación de valores espirituales universales a la vida diaria. Bajo esta influencia espiritual de su propia recuperación y con la ayuda de su viejo amigo Ebby, Bill consigue mantener su sobriedad. También intentó aplicar estos mismos principios para lograr la recuperación de otros alcohólicos, pero sin éxito.
Siempre teniendo en mente este tema, durante un viaje de negocios a Akron logra encontrarse con el Dr. Bob Smith, un cirujano que también había tenido contacto con el Grupo Oxford, aunque esta situación no le había dado al Dr. Bob la suficiente ayuda como para lograr su sobriedad. Bill conversa largas horas con él tratando de convencerlo que el alcoholismo era una enfermedad de la mente, de las emociones y del cuerpo. Este importantísimo hecho se lo había comunicado el Dr. William D. Silkworth, del Hospital Towns de Nueva York, la institución donde Bill había ingresado varias veces como paciente. Bob acabó aceptando estas ideas y finalmente logró su recuperación.
Luego ambos se pusieron a trabajar con los alcohólicos confinados en el Hospital Municipal de Akron. Como consecuencia de sus esfuerzos, un paciente pronto obtuvo su sobriedad. Aunque no se había inventado todavía el nombre Alcohólicos Anónimos, estos tres hombres constituyeron el núcleo primigenio de esta asociación y muchos consideran esa fecha como la fundacional (Foto 1).
Bill continua en su propia casa recibiendo pacientes alcohólicos intentando que mantuvieran un programa de sobriedad, mientras tanto el Dr. Bob dedicaba sus esfuerzos a la tarea de inculcarles similares principios a los pacientes llegaban a Akron para obtener cuidados médicos en el hospital Santo Tomás, una institución administrada por la iglesia católica. Esta situación de estar siempre desde sus inicios unidos al cuerpo médico y también a grupos religiosos, hizo que estas dos importantes instituciones lo apoyaran en su lucha.
El Dr. Bob murió el 16 de noviembre de 1950. Justamente la primera película aquí citada, comienza con este hecho estando Bob en su lecho de enfermo, y los esposos Wilson que van a visitarlo y recuerdan el largo camino recorrido (Foto 2). Bill Wilson continuó trabajando para que Alcohólicos Anónimos se pudiera expandir y falleció en 1971 y Lois Wilson su esposa, la cofundadora de Al-anon y Al-ateen murió en 1988 a los 97 años de edad.
El primer filme aquí presentado se titula Mi nombre es Bill W, ya que es la forma de presentación de Alcohólicos Anónimos y se basa en la decisión de esta agrupación de mantener el anonimato de los afectados, que sólo se identifican por el nombre y en el caso de ser uno muy común, agregándole la inicial del apellido. El segundo filme se llama El amor no es suficiente, porque es una frase que Lois termina aceptando cuando se da cuenta que todos sus buenos sentimientos hacia su esposo no bastaban para afrontar el problema grave que Bill padecía. Necesitaba de otros con su mismo problema para que pudieran ayudarlo a mantener su recuperación. Esa una frase que deben aceptar todos los familiares de adictos.

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